BODEGA MUSTIGUILLO. EN EL CORAZÓN DE LA BOBAL


Es duro cuando las vacaciones llegan a su fin, pero si lo haces visitando la Bodega Mustiguillo – DOP El Terrerazo la cosa se suaviza bastante. Ayer tuvimos el placer de visitar una de las bodegas referentes de nuestro país. 



Una bodega que en su día apostó por dar un giro en la forma de hacer vino, para convertirse a día de hoy en un referente. Una bodega donde la tradición y las costumbres persisten junto con la formación de Toni Sarrion, que apuesta por un trabajo minucioso y escrupuloso de sus viñas. Donde consiguió que un día la bobal se engalanara y estuviese en las mejores fiestas. 


Pues bien, el responsable fue Toni Sarrión. Por eso tengo la sensación que me encuentro en el epicentro, en el corazón, donde podemos encontrar la máxima expresión de la bobal. 


Maquinaria para seleccionar el calibre de la uva



Dentro de sus intalaciones

Dentro de sus instalaciones

Viñas en vaso de bobal que alcanzan los 100 años para ofrecer vinos poderosos de la talla de Quincha Corral o Finca el Terrerazo. Viñas en espaldera de 30 años que nos ofrecen nuestro querido Mestizaje. Viñas situadas en la partida de El Terrerazo, en Utiel, donde Toni Sarrion se encarga de extraer la máxima expresión a sus cepas.  

Sala de barricas

Un terruño tratado con mimo, unas viñas tratadas con las mejores manos y saberes, que se dejan acompañar, que se dejan domar. Por ello, el resultado son vinos con expresión, delicadeza, suavidad. Taninos que te envuelven, aromas que emocionan. Detalles profundos que nos hacen volar durante nuestra visita. Nos encontramos en el corazón de la bobal.



Pero si nos adentramos en sus instalaciones podemos apreciar su limpieza, su aseo y lo bien cuidada que está, utilizando la mejores técnicas para así poder tratar la uva con la mayor delicadeza posible. 



Una bodega que elabora hasta 60 vinos diferentes de los que extrae sus mejores caldos. Una bodega que produce entre 300.000 y 400.000 botellas al año y que pertenece a Grandes Pagos de España. 


Nuevos proyectos, como Finca Calvestra situada a 900 metros de altitud albergan las variedades blancas, mientras que en El Terrerazo, situada a 800 metros, se encuentran las variedades tintas.



Una mañana fantástica que gracias a Paco Masia pudimos vivir. El mejor final de nuestras vacaciones.


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