CALAMAR PLANCHA CON AJOS TIERNOS, HABAS Y BLANQUET.

CALAMAR PLANCHA CON AJOS TIERNOS, HABAS Y BLANQUET.

Estamos a las puertas del verano y el calor aprieta. Así que hoy os he preparado una receta desenfadada ideal para acompañar de un buen vino blanco o rosado. Un calamar plancha que tiene su miga para cocinarlo. Unas habitas hervidas y peladas para que el color y la textura sea especial. Unos ajos tiernos y un blanquet (morcilla blanca) que le aporta ese punto graso y contrasta con el pescado y las verduras. La combinación perfecta.

INGREDIENTES

Calamar patagónico mediano

Habas baby (congeladas)

Ajos tiernos

1 Blanquet

AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra)

Sal

PASO A PASO

En primer lugar vamos a coger un cazo con agua y lo pondremos a hervir. Mientras tanto limpiaremos el calamar. En la pescadería también nos lo pueden limpiar y así te ahorras este paso. Una vez el agua esté hirviendo introduciremos las habas en el cazo durante dos minutos. La cantidad de habas dependerá de la cantidad que quieras preparar. Pasado el tiempo sacamos y cortamos la cocción con agua fría y reservamos. Aquí es donde viene la faena. Una a una vamos a quitarles la piel y veréis como aparece el corazón de la haba con un color verde intenso precioso.

Una vez tengamos todas las habas sin piel, limpiamos y cortamos los ajos tiernos y en una sartén añadimos aceite de oliva virgen extra (AOVE) donde los vamos a saltear. Cortamos en pequeños cuadros el blanquet y lo introducimos en la misma sartén. Finalmente añadiremos las habas sin piel y apagaremos el fuego. Reservamos.

Ahora tan solo nos queda preparar el calamar. Yo suelo utilizar una sartén convencional. Me gustan porque transmiten el calor de forma muy intensa y es lo que realmente necesitamos. Añadimos un buen chorro de AOVE y cuando esté bien caliente añadimos el calamar en pequeñas tandas de cuatro o cinco de forma que se marquen bien y no suelten demasiada agua. Si los metemos todos a la vez el agua del calamar no permitirá que queden bien marcados y quedarán tirantes y con mal olor. Repetimos la operación hasta que los calamares estén todos listos. Rectificamos de sal.

Para terminar tan solo nos queda emplatar y disfrutar de este platazo que aunque tiene su miga merece la pena probarlo. Buen provecho.

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