Una de las cocas que más recuerdo de mi infancia son las cocas de leche. Recuerdo que no eran mis preferidas. Mis preferidas eran las de calabaza, pero tengo que reconocer que estaban buenísimas. Estas dos, junto a las de arrope y las borrachas de nueces y pasas eran las reinas de los hornos tradicionales de mi pueblo. La coca de leche era una coca tierna, que cuando pasaban los días, incluso cuando estaba un poco dura, era ideal para mojar con horchata, por ejemplo. Se volvía a rehidratar y lista para tomar. La receta es muy sencilla y si os parece paso a contaros como las preparo.

INGREDIENTES (para 6-8 cocas)
125 ml de leche entera
50 ml de aceite de girasol
2 huevos M
1/2 c/c de canela
1/2 limón rallado
2 papeles gasificantes para repostería
250 g de harina
150 g de azúcar
Papel
Obleas

PROCESO
Como os decía, el proceso es muy sencillo. En primer lugar precalentamos el horno a 200ºC. Mezclamos el azúcar y la leche junto con el aceite, los tres huevos y los papeles gasificantes blancos. Reservamos los azules para el final. Mezclamos bien y cuando esté todo bien integrado vamos añadiendo la harina. Una vez esté todo bien mezclado añadimos los papelitos azules, mezclamos y dejamos reposar mientras preparamos las bandejas con los papeles.
Cortamos unos folios en partes de unos 15 cm x 15 cm. Encima de cada uno le añadimos una oblea. Si es más grande que el papelito podemos partirla en dos. Encima de cada oblea añadiremos una cantidad similar a la que cabe en un cazo. Vertemos por encima y espolvoreamos con azúcar. Introducimos en el horno durante unos doce minutos a 200ºC, de los cuales unos 8 minutos el horno encendido arriba y abajo y los 4 restantes por la parte de arriba para dorarlas. Cuando veamos que empiezan a dorarse las sacamos.
