Con estas croquetas hemos entrado en otra dimensión y si no que se lo pregunten a mis hijos. Unas croquetas deliciosas, cremosas y muy nutritivas. La verdad es que así da gusto verlos comer. Son las croquetas que todas las navidades mi amigo Roberto Abella prepara para su familia. Este año me he decidido y ya las tengo preparadas para cuando venga la familia a casa el día de Nochebuena. El pollo lo compré en una pollería que preparan los pollos al ast. Nos interesa que tenga ese sabor tan característico y el jugo que le va a dar un toque especial. Vamos al lío.

INGREDIENTES
Medio pollo al ast
El jugo del pollo
1 puerro
1 zanahoria
1 cebolla tierna
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Nuez moscada
1/2 litro de leche entera
100 g de mantequilla
25 g de harina
Para el rebozado
2 huevos
Pan rallado
PASO A PASO
La preparación es bastante sencilla aunque hay que tener un poco de paciencia. En primer lugar vamos a cortar el puerro, la zanahoria y la cebolla y lo vamos a pochar. Una vez esté bien pochadita la vamos a triturar hasta que quede una pasta fina.
Seguidamente volvemos a poner en la sartén las verduras y le añadimos la mantequilla y la harina. Dejamos que la mantequilla se derrita y con unas varillas removemos hasta que se integre con las verduras y la harina. Una vez esté todo bien integrado vamos a añadir la leche bien caliente y seguimos removiendo hasta que se integre todo. Y por último haremos exactamente lo mismo con el pollo previamente picado y el jugo de este. Rectificamos de sal y añadimos una pizca de nuez moscada.
Cuando veamos que la mezcla empieza a ser consistente la verteremos en un pirex de cristal y dejaremos que se atempere un poco. Tapamos con film para que no se reseque la mezcla y la introducimos en el frigorífico hasta el día siguiente.
Al día siguiente sacaremos la mezcla. Si podéis poner el recipiente en el congelador durante una media hora sería fantástico, porque así podréis volear mejor las croquetas.
Ahora tan solo nos queda volear. Yo he preparado croquetas de entre 25 y 35 gramos. Cogemos una porción con una cuchara, voleamos y rebozamos con el huevo batido y el pan rallado. Así con toda la mezcla.

Por último, las guardamos en el congelador y ya las tenemos listas para el día de Nochebuena. Seguro que les van a encantar.