Hay empanadillas y empanadillas. Las podemos encontrar con mucho tipos de relleno. Están las empanadillas clásicas de pisto, están las más ligeras como las de espinacas y están las de morcilla para campeones. Estas últimas las suelo acompañar de manzana y piñones para darles un toque crujiente y refrescante aunque reconozco que no puedo abusar de ellas. No a todo el mundo le sienta bien la morcilla. A algunos nos repite y nos da la tarde, pero tengo que reconocer que son irresistibles y es imposible caer en la tentación.
Si os parece os explico cómo preparar este bocado exquisito. Vamos allá.
INGREDIENTES
Para la masa
200 g de harina
100 ml de agua tibia
100 ml de aceite de oliva 0´4º
1 pizca de sal
Papel sulfurizado
2 yemas de huevo
El relleno
2 morcillas de cebolla
Un puñado de piñones
½ Manzana
Semillas de sésamo
Aceite de oliva virgen
Sal
EL PROCESO
El proceso es verdaderamente sencillo. En primer lugar encendemos el horno a 180ºC para que se vaya calentando. Mientras tanto, vamos a preparar la masa. Cogemos un bol y introducimos la harina con una pizca de sal. Añadimos el aceite y seguidamente el agua tibia. Removemos bien durante unos 5 minutos hasta conseguir una masa homogénea que dejaremos reposar mientras preparamos la mezcla.

Cogeremos un puñado de piñones y los marcamos en la sartén con unas gotitas de aceite. A continuación añadimos la manzana cortada a dados pequeños y salteamos. Cuando veáis que la manzana empieza sudar le añadimos la morcilla desmenuzada sin la piel y removemos con todo junto durante un par de minutos.
Una vez ya tenemos la mezcla preparada, le quitaremos el excedente de aceite con la ayuda de un colador y mientras tanto vamos preparando las bolitas. Tienen que pesar unos 45-50 gramos. Necesitaremos un molde u objeto similar de unos 10 cm para darle la forma redonda a la masa.

Cogemos una porción de la masa, boleamos y la metemos entre dos papeles sulfurizados. Aplastamos con la palma de la mano hasta dejarla fina. Con la ayuda del molde le damos forma y le quitamos el excedente.
Con una cucharilla pequeña la rellenamos y con cuidado la cerramos. La sellamos con la ayuda de un tenedor. Y ya la tenemos lista. Así repetiremos el proceso hasta terminar la masa y el relleno.

Pintaremos con la yema de huevo y un pincel las empañadillas y le añadiremos unas semillas de sésamo por encima. Las introducimos en el horno a 180°C durante 25-30 minutos arriba y abajo hasta que veamos que estén doradas.
