Por Otilio Haro
Seguimos por donde todo aficionado, por mucha inquietud que tenga, nunca debe abandonar. En La Rioja se nace y siempre se vuelve.
El caso que nos ocupa es un crianza poco conocido. Fincas de Landaluce, se ofrece en esta añada 2016 enterísimo y con muchos mimbres. Tempranillo 100% y con la combinación de maderas, roble americano y francés, con los 12 meses de rigor. De color cereza brillante con la orilla cardenalícea. Aromas de fruta negra boscosa licorosa y un fondo fresco de eucalipto e intenso de pimienta. Parece contenido aún. A falta de desarrollarse. Sin embargo la madera no sobresale en exceso. Nos da alguna que otra nota láctea que lo amabiliza. El conjunto es fresco. En boca manifiesta toda esa riqueza, tostados de café y con un tanino vivo que acaba fundiéndose dando un vino sabroso.
A 9 €. de media y la guarda que se entrevee, es un pedazo de crianza riojano.
