Entrar en GOYA Gallery Restaurant es como entrar en otra dimensión. Restaurante elegante, con estilo, con clase, donde te inunda el sosiego y el bienestar. Sensación de estar en muy buenas manos. Y esto nada más entrar. Pero de inmediato notas un trato en la sala muy especial y a la vez cercano, donde cuidan hasta el último detalle sin notar nada superfluo. Son así de cercanos. Se nota que son una familia, un buen equipo.
Y entonces empieza el recital de sensaciones. Es cuando el paladar, la vista y el olfato se visten de gala, preparados para recibir un tsunami de placer. Una tosta de manitas de cerdo que te rompe los esquemas o un pulpo al carbón, por no hablar de la terrina de foie. Un escándalo.
Y de pronto la fideuá, que cumple con las expectativas que había depositado. Están altamente experimentados y saben muy bien lo que hacen. El postre sutil, suave y con mucha clase sin demasiadas estridencias. Producto, texturas, sabor….. un placer todo lo vivido.
Así me sentí ayer en Goya Gallery. Como un privilegiado. Y la relación calidad precio excelente. Apunten señores.

La decoración del restaurante nos arrastra a la tranquilidad y el sosiego de cuando uno se siente tranquilo consigo mismo. El servicio de sala es un gran responsable de que me sienta así.

Empezamos con el gazpacho refrescante y suave, ideal para estos días verano.

El pan en nuestra dieta no puede faltar. Clásico, con aceite,rosquillas….

El foie tiene personalidad propia pero presentado de este modo nos hace sentir inmortales con su toque graso y la dulzura de las mermeladas. Las frutas refrescantes limpian nuestro paladar y nos preparan para el siguiente entrante.


Y que decir de este pulpo al carbón con su cremita de patata. Suave, elegante y tierno. ¿Qué más le podemos pedirle a un pulpo? En Goya Gallery saben trabajarlo muy bien.

Y después de la sutileza del pulpo me rompen el paladar de placer con una tosta de manitas de cerdo y recuerdos a cocido. Por un momento creo perder el control y se me escapa un Diosssssss!!!!. A mi lado escucho un gemido de mi compañero. Estamos disfrutando mucho. Pero de repente…..

….de repente la fideuá de Gandía que sabén preparar como nadie. Intensidad controlada, sabor a mar, pasión por el producto . Así son en Goya Gallery.

Y para finalizar decidimos compartir un postre suave, ligero para irnos con la sensación agradable de la tarta de queso y su crumble.
Una de mis mejores experiencias. Sí tuviera que definir en una palabra el restaurante Goya Gallery diría Elegante. En todos sus sentidos, desde que entré hasta que salí.