Por Otilio Haro
Finca Menade cuida todo mucho. La prueba de ello es este ejemplo. Aquí un habitual de nuestra mesa que, eleva los arroces y pescados. De un amarillo pajizo, con la ligera turbidez de vino natural. Nariz herbácea, de ciruela amarilla y mineral (gravilla). Sápido a rabiar sin abandonar su conjunto suave. Postgusto amargo, como toca, y mineral de nuevo. Muy seco. Un verdejo que muestra su cara A. Frescura a raudales gracias a su final balsámico.
Añada 2021 que muestra poderío y que a unos 12 lereles de media, es toda una tentación aunque sólo sea como puerta de entrada al marco natural.
