Por Otilio Haro
La Treixadura me la pone dura. Perdón por la expresión llena de visceralidad, pero es que no puedo más que retrotaerme a cuando la Denominación de Origen Ribeiro andaba denostada, y ahora la veo tan grande por el cuidado de su uva, que me provoca el éxtasis. Puede que sea, de un tiempo a esta parte, la zona que más haya evolucionado. Pazo do Mar, tiene un básico muy al alcance de la mano por localización y precio. Sin embargo, este Expresión, con las uvas procedentes de un sólo viñedo, ya son palabras mayores a, igualmente, un precio módico, pues no supera los 9 €. El color es de un amarillo brillante con reflejos verdosos. Aroma donde cruje la fruta blanca y la hierba, tremendamente fresco, con notas alimonadas y florales, como la lavanda. En boca es pura frescura, se aúnan todas las sensaciones nasales, con un tacto graso, magnífica acidez y ese final salino que te hace llenar de nuevo la copa. Me repito… y reitero… la Treixadura, me la…
