Con lo que me costaba comer pescado de pequeño y ahora mira que me gusta. Son las cosas de hacerse mayor o al menos eso es lo que siempre decían en casa.
Cuando mi madre preparaba boquerones rebozados para cenar, la cosa se torcía y siempre había lío. Ya sabéis de lo que os estoy hablando. Recuerdo como los limpiaba y el repelús que me daba. Sin embargo, con el paso del tiempo, uno le va cogiendo el tranquillo y lo hace de forma natural. Cómo cambiamos.
Si tengo tiempo me gusta limpiarlos a mí, pero si voy apurado de tiempo prefiero que lo hagan en la pescadería.
INGREDIENTES
Boquerones abiertos limpios y sin espina
Harina de trigo
Aceite de oliva virgen
Sal

PROCESO
Quizás lo más delicado sea prepararlos, pero como os he dicho antes, si tenéis prisa o no tenéis mucha destreza, vale la pena que te los preparen en la pescadería.
Una vez abiertos y limpios el proceso es bien sencillo. Enharinamos por ambas partes el boquerón, le damos unas palmaditas para quitarle el excedente de harina y lo freímos en una sartén con abundante aceite de oliva virgen. Le añadimos una pizca de sal. Vuelta y vuelta y en cuestión de minutos los tenemos listo.

Un bocado crujiente con un rebozado sutil para sentir la intensidad del pescado. Aquel pescado que tanto me costaba comer. Cosas de la vida.
