Por Otilio Haro

La etiqueta da calor hasta en invierno. El vino en sí es oscurote.
Con ese fifty-fifty de la Monastrell con la generosa Syrah. Más potente que intenso, tal y como se espera a todo vino joven. Cinco mesecitos de crianza que se esconden en la O de gold.
Aromas ricos a fruta pasa. Unas ciruelas negras y arrugás. Que es maduro, vaya. Tiene un fondo balsámico que ayuda.
En boca es sabroso, con un tanino amargoso y dulce del poderío alcohólico. De 6 a 7 euros.