Por Otilio Haro
Ésto es un puro y puto monte. Y ya está… Tiene un color de cereza brillante de media capa, con una lágrima fina y transparente. Pero ah, amigo… en nariz es todo un paseo por el bosque mediterráneo donde a cada paso chafas tomillo, hay notas de resina y hoja de pino de fondo que le dan intensidad junto a ese toque mentolado… Frutilla roja por detrás, moras… En boca es fresco y cálido al mismo tiempo tal y como toca por clima y zona, con un mayor protagonismo frutal.
Sabroso y tremendamente limpio por todo ese bálsamo. Me pirra este vino. Con un guiso de costillas con setas y espárragos no hace otra que sumar. Son 11 € como once soles.
